Cuento de arena, de Henson, Juhl y Pérez: el sueño de unos visionarios cobra vida en las viñetas
Somos muchos y muchas los que le profesamos a Jim Henson un cariño especial que va más allá de la admiración por su obra artística, y que recordamos y agradecemos su legado veintitrés años después de su fallecimiento. El éxito que consiguieron en todo el mundo sus creaciones, principalmente en los años setenta y ochenta, fue consecuencia de su maestría y creatividad con los títeres, en los que además de genio fue pionero.
Su obra es magia auténtica, pues además de crear personajes e historias tremendamente imaginativos, poseía una capacidad única para dotar de vida a sus muñecos. Programas de televisión como El show de los Teleñecos, Barrio Sésamo o Fraggel Rock, y películas como Dentro del laberinto o Cristal oscuro permanecen como cumbres de la animación con títeres, y siguen instalados en el inconsciente colectivo de millones de personas como sinónimos de diversión y maravilla. Su sentido del humor y del ritmo conectaba con los más pequeños, pero también con los adultos, y su trabajo desprendió siempre una enorme pasión que era tangible en sus obras.
Además de todo esto, Henson tenía una faceta de cineasta experimental y surrealista, menos conocida por el gran público, pero igualmente notable. Quizás el ejemplo más claro sea Time Piece, un sorprendente cortometraje realizado en el año 1965 y escrito, dirigido y protagonizado por él mismo, que llegó a estar nominado al Óscar al mejor corto y del que podéis apreciar un pequeño fragmento aquí. Como podéis ver, se trata de una delirante persecución, en la que el tiempo es un concepto filosófico e incluso alienante.
Años después, junto a Jerry Juhl, uno de sus más próximos colaboradores y también uno de los máximos responsables de la factoría Henson, desarrollaron más en profundidad esta temática con la idea de rodar un largometraje que se titularía Tale of sand (Cuento de arena). Entre 1967 y 1974 llegaron a escribir hasta tres versiones distintas del guión, y se lo presentaron a varios productores. Pero la dificultad de la historia, las dudas sobre si llegaría a un público numeroso y, finalmente, el fabuloso éxito de los Teleñecos, hicieron que el proyecto no llegara a buen puerto. Hasta ahora.
Tras muchos años escondido en el fondo de un cajón, la compañía creada por el propio Henson (dirigida actualmente por su hija Lisa) decidió, a modo de homenaje, recuperar el susodicho guión y encargarle a Ramón K. Pérez su adaptación al cómic. El resultado no ha podido ser más satisfactorio. La edición que acaba de publicar Norma, reproduciendo la original estadounidense, es un libro hermosísimo, de gran potencia visual, que resulta atractivo desde la cubierta a la última página. Incluye asimismo el guión original de Henson y Juhl, algo que resulta especialmente interesante para comprobar la fidelidad del artista a la hora de adaptar el texto.
Y la historia, pues no es más (ni menos) que la persecución, continua y sin sentido, que va a sufrir Mac, nuestro protagonista, desde el comienzo hasta el final a través del desierto americano. De manera kafkiana, ya que desconoce el motivo de su peculiar carrera, se va a ver las caras con todo tipo de amenazas, desde un equipo de fútbol americano hasta un tiburón, pasando por árabes furiosos, leones o tanques. Todo esto en un contexto francamente onírico, que Mac acepta con extrañeza y resignación hasta el sorprendente final.
Lo cierto es que el guión es muy imaginativo, mezclando ideas procedentes de diversos géneros (que van del western a la comedia) con un tono altamente surrealista, casi sin texto y con mucha acción y ritmo, pero la adaptación que el canadiense Ramón Pérez hace es, simplemente, sublime. Con un dibujo y un color llenos de vida, un tremendo ritmo narrativo y una construcción de página que podría ser definida como una mezcla entre el Contrato con Dios de Eisner y el Asterios Polyp de Mazzuchelli, supera con matrícula la difícil tarea de adaptar un texto como este.
Un tebeazo, vamos, tanto en la forma como en el contenido, una auténtica obra de arte a la que Jim Henson, estamos seguros, habría dado su aprobación. ¡Os animamos a que os dejéis sorprender por esta fascinante historia!
Cuento de arena
Jim Henson / Jerry Juhl / Ramón Pérez
Norma
Tomos: 1