Komic Librería propone un paseo repleto de letras y viñetas para celebrar el Día del Libro
23/04/2013
Hoy, 23 de abril, en conmemoración del fallecimiento de dos genios literarios como fueron Cervantes y Shakespeare, celebramos el Día Internacional del Libro, una de las creaciones humanas más maravillosas y sostén básico de dos artes fundamentales como son la literatura y el cómic. Desde Komic Librería queremos hacer nuestra personal aportación a esta fiesta de la lectura, por lo que, además del tradicional descuento del 10%, os invitamos a acompañarnos en un paseo repleto de letras y viñetas que esperamos os resulte interesante.
Muchas y muchos recordaréis, en vuestras primeras lecturas, aquellas versiones que, en colecciones como Historias Famosas o Joyas Literarias, la editorial Bruguera publicaba de grandes novelas, sobre todo de aventuras. Para hacerlas más atractivas al público juvenil mezclaban los textos clásicos con sus versiones en historieta, y de esta manera pudimos leer obras como Robinson Crusoe, Los Tres Mosqueteros o La Vuelta al Mundo en 80 días.
Del mismo modo que estas novelas no pasan de moda, tampoco lo hacen sus adaptaciones al cómic, y desde hace unos años podemos deleitarnos con las nuevas versiones de éstas y de otras obras, con un lenguaje, tanto en el dibujo como en la narrativa, más moderno que el de los clásicos de nuestra infancia y juventud. La editorial SM apuesta desde hace años por esta formula, y de la mano de autores y autoras actuales, como David Rubín, Chistophe Gaultier, Jorge González o Emma Ríos, ha publicado un gran número de clásicos literarios, tanto españoles como universales.
Norma, por su parte, acaba de editar cuatro de las novelas más importantes de Sherlock Holmes a través de los ojos de Edginton y Culbard.
E incluso la todopoderosa Marvel ha presentado sus propias versiones de obras como la Odisea, Moby Dick o El mago de Oz, empleando el estilo gráfico característico de los cómics de superhéroes.
Pero no sólo de Verne o Conan Doyle vive el cómic más narrativo. De hecho, si hay dos escritores que despiertan especial interés en el mundo de la viñeta son, sin duda alguna, Franz Kafka y H.P. Lovecraft. De la obra del autor checo tenemos La metamorfosis (Astiberri), adaptada por Peter Kuper, o América (La Cúpula), realizada por Daniel Casanave, pero recomendamos especialmente Kafka, también editado por La Cúpula, un ensayo de David Zane en el que disecciona su vida y obra, y al que le sientan como un guante las ilustraciones de Robert Crumb.
Y sobre Lovecraft, entre otras cosas, destacamos especialmente Los mitos de Chtulu (Sins Entido), donde el argentino Alberto Breccia plasma en dibujos la febril y terrorífica imaginación del escritor estadounidense, y también dos obras más recientes que están gustando mucho: En las montañas de la locura (Sins Entido), de Culbard, y Desde él más allá, realizado por Erik Kriek y publicado por La Cúpula.
Lo cierto es que el espectro de géneros y temáticas que dieron el paso de la literatura al arte secuencial es amplio y variado. Obras de toda época y estilo tienen cabida en este listado, y muchas veces la visión que de estas novelas nos ofrecen sus autores enriquecen el texto original e incluso alcanzan nuevos horizontes y valor en sí mismas. Buen ejemplo de esto son los relatos de Bukowski que convirtió en cómic Schultheiss y publicó La Cúpula, o La ciudad de cristal (Anagrama), donde Paul Karasik y David Mazuchelli toman la novela de Paul Auster para crear una obra intensa y magnífica, como también lo es la hermosa recreación de la cumbre de la narrativa estadounidense De ratones y hombres (Norma) que hace Pierre-Alain Bertola.
Más recientemente Rayco Pulido, de la mano de Astiberri, realizó en Nela una sorprendente adaptación del clásico galdosiano Marianela, y el dúo creativo formado por Polls y Sempere se atrevió con todo un señor Shakespeare en Macbeth (Norma).
Dos de los más destacados escritores existencialistas del siglo XX, Albert Camus y Fiódor Dostoyevski, tienen su lugar en este olimpo de la viñeta literaria con El huésped y El jugador, adaptadas respectivamente por Jacques Ferrandez y por Miquel y Godard.
Antonio Seijas trasladó al noveno arte la conocida novela de Agustín Fernández Paz Cartas de invierno (Xerais), y El Patito publicó la versión gráfica de dos de las novelas de Agatha Christie protagonizadas por el grueso y sagaz Hercules Poirot: Los cuatro grandes y Muerte en el Nilo.
El dibujo cautivador y delicado de Enrique Corominas convierte su Dorian Gray (Diábolo) en una obra de arte que encantaría al mismísimo Óscar Wilde. Y cómo no hablar de la estupenda versión de El Hobbit (Norma) escrita por Chuck Dixon y dibujada por David Wenzel, donde captan a la perfección la esencia de la novela de Tolkien, o la que nos acerca Tim Hamilton sobre uno de los relatos en los que nuestro homenajeado de hoy tiene más protagonismo, Fahrenheit 451, donde Ray Bradbury presenta una sociedad autoritaria basada en el pensamiento único en la que los libros están prohibidos.
Pero aún hay más: de un tiempo a esta parte la literatura ha ido haciéndose con un lugar privilegiado dentro del género biográfico en el cómic, y son ya numerosas las figuras que tienen su vida plasmada a través de viñetas. El más reciente, Gabriel García Márquez, de quien habla Óscar Pantoja en Gabo, memorias de una vida mágica (Sins Entido), apoyado en el dibujo de Miguel Bustos, Felipe Camargo, Tatiana Córdoba y Julián Naranjo.
En este campo podemos incluir también a la obra ganadora del último Premio Nacional de Cómic, Dublinés (Astiberri), un completísimo acercamiento a la vida de James Joyce de la mano de Alfonso Zapico, Pessoa y Cia. (Luces de Gálibo), donde Laura Pérez Vernetti adapta con cariño los poemas y la vida del poeta lisboeta, o La huella de Lorca (Norma), la reconstrucción que hacen El Torres y Carlos Hernández de la vida del artista andaluz a través de los testimonios de aquellos que lo conocieron.
Y es que la biografía es un complemento adecuado para ahondar y entender mejor a los escritores y escritoras, sobre todo cuando sus vidas son tan controvertidas como en el caso de Virginia Woolf, que llega a nosotros en la novela gráfica homónima realizada por Michèle Gazier y Bernard Ciccolini, y publicada por Impedimenta, o en el de los escritores beatniks (Kerouac, Ginsberg y Burroughs) descritos por Harvey Pekar y Ed Piskor en The Beats (451).
Y, por supuesto, no podíamos terminar este recorrido sin hablar de Titoán y O pobre tolo (Demo Editorial / Komic Librería), en las que Inacio e Iván Suárez muestran diversos momentos de la vida de Castelao y que l@s komiquer@s habituales conocéis bien, y de Breve encuentro (Xerais), la hermosa biografía que Jacobo Fernández hizo sobre Lois Pereiro.
Hasta aquí llegamos, muchas gracias por acompañarnos en este paseo, aguardamos que haya sido de vuestro agrado y, sobre todo, que tengáis un feliz Día del Libro y felices lecturas para tod@s!
, adaptada por Peter Kuper, o América (La Cúpula), realizada por Daniel Casanave, pero recomendamos especialmente Kafka, también editado por La Cúpula, un ensayo de David Zane en el que disecciona su vida y obra, y al que le sientan como un guante las ilustraciones de Robert Crumb.Y sobre Lovecraft, entre otras cosas, destacamos especialmente Los mitos de Chtulu (Sins Entido), donde el argentino Alberto Breccia plasma en dibujos la febril y terrorífica imaginación del escritor estadounidense, y también dos obras más recientes que están gustando mucho: En las montañas de la locura (Sins Entido), de Culbard, y Desde él más allá, realizado por Erik Kriek y publicado por La Cúpula.Lo cierto es que el espectro de géneros y temáticas que dieron el paso de la literatura al arte secuencial es amplio y variado. Obras de toda época y estilo tienen cabida en este listado, y muchas veces la visión que de estas novelas nos ofrecen sus autores enriquecen el texto original e incluso alcanzan nuevos horizontes y valor en sí mismas. Buen ejemplo de esto son los relatos de Bukowski que convirtió en cómic Schultheiss y publicó La Cúpula, o La ciudad de cristal (Anagrama), donde Paul Karasik y David Mazuchelli toman la novela de Paul Auster para crear una obra intensa y magnífica, como también lo es la hermosa recreación de la cumbre de la narrativa estadounidense De ratones y hombres (Norma) que hace Pierre-Alain Bertola.Más recientemente Rayco Pulido, de la mano de Astiberri, realizó en Nela una sorprendente adaptación del clásico galdosiano Marianela, y el dúo creativo formado por Polls y Sempere se atrevió con todo un señor Shakespeare en Macbeth (Norma).Dos de los más destacados escritores existencialistas del siglo XX, Albert Camus y Fiódor Dostoyevski, tienen su lugar en este olimpo de la viñeta literaria con El huésped y El jugador, adaptadas respectivamente por Jacques Ferrandez y por Miquel y Godard.Antonio Seijas trasladó al noveno arte la conocida novela de Agustín Fernández Paz Cartas de invierno (Xerais), y El Patito publicó la versión gráfica de dos de las novelas de Agatha Christie protagonizadas por el grueso y sagaz Hercules Poirot: Los cuatro grandes y Muerte en el Nilo.El dibujo cautivador y delicado de Enrique Corominas convierte su Dorian Gray (Diábolo) en una obra de arte que encantaría al mismísimo Óscar Wilde. Y cómo no hablar de la estupenda versión de El Hobbit (Norma) escrita por Chuck Dixon y dibujada por David Wenzel, donde captan a la perfección la esencia de la novela de Tolkien, o la que nos acerca Tim Hamilton sobre uno de los relatos en los que nuestro homenajeado de hoy tiene más protagonismo, Fahrenheit 451, donde Ray Bradbury presenta una sociedad autoritaria basada en el pensamiento único en la que los libros están prohibidos.Pero aún hay más: de un tiempo a esta parte la literatura ha ido haciéndose con un lugar privilegiado dentro del género biográfico en el cómic, y son ya numerosas las figuras que tienen su vida plasmada a través de viñetas. El más reciente, Gabriel García Márquez, de quien habla Óscar Pantoja en Gabo, memorias de una vida mágica (Sins Entido), apoyado en el dibujo de Miguel Bustos, Felipe Camargo, Tatiana Córdoba y Julián Naranjo.En este campo podemos incluir también a la obra ganadora del último Premio Nacional de Cómic, Dublinés (Astiberri), un completísimo acercamiento a la vida de James Joyce de la mano de Alfonso Zapico, Pessoa y Cia. (Luces de Gálibo), donde Laura Pérez Vernetti adapta con cariño los poemas y la vida del poeta lisboeta, o La huella de Lorca (Norma), la reconstrucción que hacen El Torres y Carlos Hernández de la vida del artista andaluz a través de los testimonios de aquellos que lo conocieron.Y es que la biografía es un complemento adecuado para ahondar y entender mejor a los escritores y escritoras, sobre todo cuando sus vidas son tan controvertidas como en el caso de Virginia Woolf, que llega a nosotros en la novela gráfica homónima realizada por Michèle Gazier y Bernard Ciccolini, y publicada por Impedimenta, o en el de los escritores beatniks (Kerouac, Ginsberg y Burroughs) descritos por Harvey Pekar y Ed Piskor en The Beats (451). Y, por supuesto, no podíamos terminar este recorrido sin hablar de Titoán y O pobre tolo (Demo Editorial / Komic Librería), en las que Inacio e Iván Suárez muestran diversos momentos de la vida de Castelao y que l@s komiquer@s habituales conocéis bien, y de Breve encuentro (Xerais), la hermosa biografía que Jacobo Fernández hizo sobre Lois Pereiro.Hasta aquí llegamos, muchas gracias por acompañarnos en este paseo, aguardamos que haya sido de vuestro agrado y, sobre todo, que tengáis un feliz Día del Libro y felices lecturas para tod@s! "Compartir en Facebook")
