Astérix y los pictos: catenaccio entre galos
Hace ya 54 años que René Goscinny y Albert Uderzo crearon las aventuras de Astérix y Obélix, posiblemente, junto a Tintín, el cómic francófono (y puede que europeo) más famoso de la historia. Durante casi veinte años, hasta el fallecimiento de Goscinny en 1977, realizaron 24 álbumes que en seguida encontraron el favor de la crítica y del público. Su estilo, que mezclaba el género de aventuras con la parodia humorística, resultó perfecto para lectores de todas las edades, y esto motivó que sus libros se tradujeran a muchos idiomas distintos, con lo cual su fama y repercusión se hizo casi mundial convirtiendo a sus protagonistas en personajes icónicos de la cultura popular del siglo XX.
En ausencia de su co-creador, Uderzo decidió afrontar él sólo la serie y, aunque sus primeros álbumes mantienen un nivel aceptable, desde Astérix en la India (1987) la calidad de los guiones (e incluso del dibujo) tomó un pronunciado camino descendente hasta llegar al decepcionante último trabajo de Uderzo en solitario, ¡El cielo se nos cae encima! (2005), que le valió numerosísimas críticas y que no resultó un fracaso total por la fidelidad del público.
Falto de ideas e inmerso en luchas familiares por mantener el control del imperio Astérix, decidió pasar el testigo a dos autores experimentados, aunque no excesivamente conocidos en nuestro país: Jean-Yves Ferri al guión y Didier Conrad a cargo del dibujo. El primero, especialmente dotado para la narración humorística, es bien querido en nuestra librería por ser el autor de los guiones de Retorno a la tierra, y el segundo es un veterano y dinámico dibujante que ha demostrado su solvencia en obras como La tigresa blanca o Los innombrables.
Pero, al contrario que en otras revisitaciones de personajes clásicos aparecidas en los últimos años, como la que Émile Bravo realizó de Spirou en Diario de un ingenuo o Manu Larcenet de Valerian en La armadura del Jakolass, los nuevos responsables de la aventuras de los irreductibles galos juegan sobre seguro y no aportan nada nuevo: se limitan a reproducir un esquema clásico en las historias de Astérix (el viaje a una tierra desconocida para ayudar a alguien en apuros), calcando una estructura bien conocida por sus lectores.
En este caso el país visitado es Caledonia, la actual Escocia, hasta allí viajará nuestra pareja protagonista para auxiliar a Mac Loch, un guerrero picto que aparece congelado una dura y fría mañana de invierno en la playa de la aldea gala por culpa de las intrigas de Mac Abeo, un malvado aspirante al trono de rey de todos los clanes de Pictia que no duda en aliarse con los invasores romanos para conseguirlo.
Una vez más se explotan los tópicos sobre la tierra visitada (su clima, su fauna, su cultura y gastronomía, el whisky, incluso hay sitio para un antepasado del Monstruo del Lago Ness), hay guiños a la actualidad europea y numerosos juegos de palabras, aparecen secundarios cómicos que aportan dinamismo a la historia y nuestros héroes tendrán que lidiar con contratiempos inesperados para conseguir su objetivo. Es decir, un relato con todos los ingredientes característicos del Astérix de toda la vida, pero en el que sus autores parecen estar encorsetados, buscando la seguridad y no el riesgo. En vez de expresarse libremente les pesa la enorme responsabilidad de continuar y deciden plegarse a lo más fácil, una vía continuista en la que es complicado diferenciar sus propios estilos.
Y es que, aunque Astérix y los pictos mejora, y mucho, el nivel de las últimas aventuras realizadas por Uderzo e invita a tener algo de esperanza respecto al futuro de la serie, su lectura resulta casi frugal, casi fría. No decepcionará a los numerosos seguidores de los habitantes del pequeño pueblecito galo pero tampoco les aportará mucho, salvo algún gag antológico. En todo caso, está claro que el negocio es el negocio, y ahí Astérix difícilmente pierde, como se demuestra con la edición simultánea en español (Salvat) y gallego (publicada por Xerais con una gran traducción de Isabel Soto y Xavier Senín) del que va a ser uno de los cómics más vendidos del año.
Astérix y los pictos
Jean-Yves Ferri / Didier Conrad
Salvat
Tomos: 1