Daredevil, el hombre sin miedo, de Mark Waid: la reinvención de un superhéroe

Daredevil, el hombre sin miedo


No acostumbramos a tratar mucho el género de superhéroes en la página de Komic Librería por varios motivos: la mayoría de komiqueir@s habituales estáis más interesad@s en otros estilos, hay abundante información en Internet y, sobre todo, pocas obras de estas características llaman nuestra atención. Pero haberlas, hainas, y en estos últimos tiempos cada vez más, así que hoy, con vuestro permiso, os vamos a recomendar la reinvención de unos de los personajes clásicos de la Marvel, Daredevil, el hombre sin miedo, realizada por Mark Waid y que, con la publicación de su cuarto tomo, finaliza su primer gran ciclo.

Daredevil, el hombre sin miedo

Entre las virtudes de esta obra está, en primer lugar, que no es necesario ser lector o lectora habitual del género para entenderlo y para disfrutar con su lectura, ya que el hábil guionista americano construye una historia muy bien ensamblada en la que incluye una rápida pero efectiva presentación del personaje, contando su origen una vez más y, al mismo tiempo, toma prestados recursos procedentes del género negro, de las historias de amor o incluso del subgénero judicial para desarrollar sus tramas.

Daredevil, el hombre sin miedo

Como much@s de vosotros sabréis, Daredevil (a quien l@s más veteran@s recordaréis también con el nombre de Dan Defensor) es un héroe bastante peculiar, dotado de sentidos agudizados de manera sobrehumana pero que, en el mismo accidente en el que consigue sus poderes, pierde la vista. Así pues estamos ante un superhéroe ciego y, por si esto fuera poco, con una trayectoria de tragedias y pérdidas que haría palidecer a cualquier guionista de culebrones.

Daredevil, el hombre sin miedo

Desde la creación de este personaje, hace cincuenta años, su época más destacada fue en los ochenta, cuando se hizo cargo de su colección Frank Miller, que marcó a nuestro protagonista con una oscuridad y una capacidad para atraer desgracias fuera de lo común, hasta que hoy en día, con los magníficos guiones de Waid más la colaboración de estupendos dibujantes, dinámicos y sobrios, clásicos y al mismo tiempo actuales, como Marcos Martín, Paolo Rivera, Chris Samnee o Mike Allred, vuelve a vivir momentos de gloria.

Daredevil, el hombre sin miedo

Y no es para menos, ya que en estos primeros cuatro volúmenes encontramos un Daredevil obligado a reinventarse, a renacer una vez más, pero intentado en esta ocasión dejar a un lado las tragedias, un Daredevil más positivo, realista y divertido que nunca, y que, gracias a un interesantísimo empleo del monólogo interior que hace su autor, vemos reconvertido en un ejemplo de superación al compartir más que nunca con los lectores las ventajas y los inconvenientes de su ceguera. Es necesario hablar también de la estructura de este primer ciclo, ya que construye una especie de pirámide, una historia central que se va haciendo con relatos más pequeños que se entrelazan y conectan de manera perfecta, y en los que se agradece el dibujo de los distintos ilustradores, alejado de los superhéroes hipermusculados y de las composiciones de influencia manga que invadieron los cómics de superhéroes en los noventa.

En fin, que os recomendamos mucho esta lectura, seáis aficionad@s o no al género, pues tanto a unos como a otros os va a sorprender muy gratamente.