Rosalie Blum, de Camille Jourdy: preciosismo gráfico para disfrutar y dejarse sorprender

20/07/2012

Rosalie Blum ha sido la obra más vendida en nuestra librería en el curso 2010/2011, en parte por su atractivo natural y en parte porque puede gustar a un público muy amplio. Ahora se reedita en un solo volumen que mejora un poco la calidad del papel pero en el que perdemos las magníficas portadas desplegables que estaban en la versión original de tres tomos.

Entrando en materia diremos que el título pudiera hacer pensar en una única protagonista, pero que es el surtido de variopintos personajes y el protagonismo coral uno de los puntos fuertes de esta obra. Otra característica que hace de esta trilogía una lectura especial es la perfecta estructura diseñada tanto para disfrutar como para sorprender. Esto, unido al preciosismo gráfico de un estilo personal, un diseño de página agradable y eficaz y una paleta luminosa, hacen que cualquier lector quede enganchado desde las primeras páginas y casi sienta pena cuando se acerca el final, porque desearía más.

La acción está situada en lo que parece una pequeña ciudad francesa. El personaje que nos introduce en la historia es un treintañero, Vincent, que deja transcurrir sus días sin sobresaltos. Es una de esas personas que nunca toma decisiones importantes, por eso ha heredado el negocio paterno, una peluquería, y todavía vive con su madre, una anciana chiflada que provoca las primeras sonrisas en el lector desprevenido.

Estas primeras páginas tienen un aire casi costumbrista, se van pasando sin ansiedad, disfrutando del dibujo y del color que se perciben desde el principio como muy personales.

Un buen día Vincent se encuentra de forma casual con Rosalie Blum, y esto provoca en él la extraña sensación de no poder reconocer a alguien que le resulta muy familiar. Sin saber muy bien por qué, comienza un juego detectivesco, un seguimiento a Rosalie Blue en sus ratos libres, cambiándose de ropa para pasar desapercibido con la intención de descubrir cuándo y cómo la conoció.

Esta intriga no se resolverá ni para Vincent ni para el lector hasta el final de la trilogía pero eso, por todos los otros valores añadidos, va perdiendo importancia y ya no pensaremos en tal resolución como objetivo de la lectura, ya que nos mantendremos concentrados y ocupados página a página como consecuencia del ritmo relajado pero constante.

Rosalie Blum
Camille Jourdy

La Cúpula
Tomos: 1 (Integral)