Sherlock Holmes y la conspiración de Barcelona, de Colomino y Palomé: misterio y crítica

Sherlock Holmes y la conspiración de Barcelona


Somos muchos a los que nos apasionan los cómics detectivescos y de investigación y, desde luego, si pensamos en el detective por excelencia, ese es Sherlock Holmes, creado por Conan Doyle a imagen del Auguste Dupin de Poe, y con el don del disfraz del aventurero francés Vidocq.

Esta obra de Sergio Colomino y Jordi Palomé nos acerca al mundo sherlockiano situando a nuestro hombre en la convulsa Barcelona de 1893, está cargada de una profunda crítica social y política, y nos presenta de cerca a aquellos obreros barceloneses que luchaban por sus derechos. Ellos creían que las clases políticas eran el verdadero problema de nuestra sociedad, siempre intentando convencernos de que lo solucionan todo mientras en realidad siguen exprimiendo a los de siempre para mantener su propio estatus.

Realmente una situación no muy distinta de la actual, salvo que en el siglo XIX el movimiento anarquista llevó su lucha a altas cotas de violencia.

Sherlock Holmes y la conspiración de Barcelona

Sin ir más lejos, en una de las fachadas de la Sagrada Familia Gaudí plasmó lo que estaba ocurriendo en ese momento, ya que existe una figura escultórica que representa a un demonio entregando una bomba orsini a un obrero, la misma que explotó en el Liceu, causando la muerte de un gran número de personas.

Sherlock Holmes y la conspiración de Barcelona

Todos estos hechos y muchos más son narrados con maestría por Colomino. En cuanto Holmes entra en escena y se pone en contacto con Jaume, nuestro protagonista, la historia toma un nuevo cariz, ya que se mezclan magistralmente las sociedades anarquistas con la reaparición de una nave submarina propiedad de un archiconocido criminal. Y, como en todos los libros de Holmes, es el lector quien ha de ir atando cabos para que, al final, sea el propio detective el que resuelva la situación.

Sherlock Holmes y la conspiración de Barcelona

Decir además que, personalmente, me han impresionado los dibujos de la estatua de Colón, la Boquería o el Liceu, ya que me han trasladado a mi infancia en Barcelona, y recuerdo con nostalgia a mis abuelos, que fueron acogidos con cariño por una ciudad cosmopolita que les ofreció un trabajo y un futuro.


Sherlock Holmes y la conspiración de BarcelonaSherlock Holmes y la conspiración de Barcelona
Sergio Colomino / Jordi Palomé

Norma
Tomos: 1