CINZA, de Manel Cráneo: la adaptación de un experto.

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Os anunciamos hoy la llegada de una de las obras más esperadas de los últimos años, un nuevo trabajo de Manel Cráneo, a quien, si tuviésemos que definir en dos palabras para nosotros serían “proximidad” y acción”. Es justo mencionar que, por lo menos en el ámbito de la bd gallega, fue y sigue siendo una figura clave de los últimos veinte años. Desde su editorial Demo ha sido capaz de impulsar y visibilizar multitud de proyectos de otros autores, editar catálogos, montar exposiciones, hacer incursiones en el campo del audiovisual o organizar las actividades de eventos como el Viñetas desde o Atlántico en la edición de este 2023.

Seguramente por todo esto su faceta de autor de cómic se vio mermada en su producción pero os podemos asegurar que ha valido la pena esperar porque la obra que hoy os presentamos es la más madura y completa que hasta ahora ha culminado como guionista y dibujante.

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Allá por el año 2017 Cráneo recibió una llamada de Xavier Alcalá para convertir su relato A nosa cinza en una novela gráfica. Manel aceptó el reto sin tener que meditarlo mucho y es ahora, nada más y nada menos que seis años después, cuando podemos disfrutar del magnífico resultado.

Xavier Alcalá, nacido en Ciudad Real en el año 1947, vivió desde niño en Ferrol y sitúa la novela y a su protagonista, Xoán, en los mismos lugares y en el mismo tiempo que a él le tocó vivir. Es, por lo tanto, un relato de experiencias personales y cotidianas que empezó a escribir con sólo veinticinco años, teniendo aún frescas los recuerdos de infancia y juventud, y que fue publicado en 1980. Fue una novela de lectura obligatoria en los institutos gallegos durante generaciones llegando a vender 80.000 ejemplares en nuestra lengua.

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En la adaptación del guión de Manel Cráneo hay aportaciones novedosas, un cuidado equilibrio entre el diálogo interior del protagonista (y narrador) y la narrativa visual, metáforas y escenas que no entraron en el texto original y un final diferente y quizás más cerrado que el de la novela.

En el aspecto gráfico el estilo de Cráneo, más suelto que nunca y claramente reconocible en todo momento, se va aproximando hacia un realismo más acentuado sobre todo en las arquitecturas del Ferrol más señorial, de la ciudad en expansión así como en los paisajes del entorno.

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La técnica de tinta china y agua le va como anillo al dedo para mostrarnos esos tiempos documentados en las imágenes de televisión y cine en blanco y negro y las sutilezas de los degradados transmiten ciertas sensaciones de nostalgia bien agradables creando un contraste con los hechos trágicos y perturbadores que vive nuestro protagonista.

Xavier Alcalá escribió en los años 70 una obra eterna y atemporal en el sentido de cómo trata el paso de la niñez a la juventud y a la edad adulta, tuvo una visión muy acertada en el tratamiento de los personajes y en la ambientación, y hace seis años volvió a acertar al escoger quién tendría que convertir esta novela en imágenes, no podría haber elegido mejor porque eligió a todo un experto: Manel Cráneo.

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