Cuadernos japoneses, de Igort: un hermoso viaje al país del Sol Naciente

26/09/2016

Cuadernos japoneses es un libro inclasificable y hermosísimo en el que tienen cabida el cuaderno de viaje, el relato autobiográfico, la reflexión artística o el retrato antropológico. Un monumental y poético paseo por distintos aspectos de la cultura japonesa y por diversos momentos en la vida de su autor, el italiano Igort.

El historietista italiano Igor Tuveri, más conocido por Igort, fue uno de los primeros autores extranjeros en trabajar para una editorial japonesa, allá por los primeros años noventa. Para él fue una oportunidad excelente de conocer de cerca un país y una cultura por los que sentía fascinación desde hacía tiempo y con los que, desde su primera estancia en el año 1991, trabó una profunda relación.

De una manera generosa nos invita a acompañarlo por el íntimo recorrido que hace entre sus recuerdos, sus impresiones y los personajes que más lo cautivaron, en un libro construido con una cierta anarquía narrativa, ya que Igort pasa de un tema a otro continuamente, pero que termina por ser una lectura comprensible, evocadora e interesantísima.

Asistimos a sus vivencias como habitante de Japón, entramos en su casa, caminamos a su lado por los barrios de Tokyo, con él degustamos tofu fresco y vivimos las dudas que una sociedad con algunas costumbres tan distintas puede despertar en un occidental.

Con una tranquilidad y una fluidez notables Igort expresa también su enorme interés por la literatura, la pintura, el cine y el manga japonés. Por las páginas de estos Cuadernos japoneses desfilan nombres como los de los escritores Mishima y Tanizaki, pintores como Hokusai, cineastas de la relevancia de Kurosawa, Suzuki y Miyazaki o mangakas como Taniguchi, Mizuki, Tezuka o Tsuge. A algunos de ellos los conoció en persona, de todos ellos admira con respeto su obra.

Resultan especialmente curiosos los capítulos en los que habla del modus operandi de las editoriales japonesas. Un proceso de trabajo que a veces es muy distinto del que se realiza, por ejemplo, en Europa. Los plazos de entrega, mucho más exigentes que a los que estaba acostumbrado el propio Igort, la relevancia de la opinión del público para la continuidad, o no, de una serie, la relación con los editores… un buen número de diferencias que de vez en cuando chocaban con la mentalidad y los estereotipos de nuestro narrador, pero que no impidieron el gran éxito de una de sus series, las aventuras de Yuri.

Por momentos Igort no puede evitar crear mágicos paréntesis para desviarse y regalarnos el relato de una leyenda, un episodio histórico, una tradición o la historia de un personaje. Y para contarnos todas estas cosas emplea una ilustración hermosísima, limpia, minuciosa, con múltiples homenajes a sus admirados pintores de ukiyo-e, las famosas estampas japonesas, pero también echa mano de otros elementos (fotografías, fotogramas, cartas de los lectores de sus obras e incluso páginas de sus primeros trabajos).

Una auténtica maravilla, pues, este pequeño pero casi enciclopédico acercamiento a una cultura fascinante y a la relación que con ella tiene el autor, un elegante y hermoso paseo que no podemos dejar de recomendaros.

Cuadernos japoneses
Igort

Salamandra Graphic
Tomos: 1